El Museo de Sydney es un pequeño museo sobre la historia del asentamiento europeo en Australia. Está situado sobre los cimientos de la primera casa del gobernador, a pocos metros de Circular Quay, que fue el lugar de desembarco de la primera flota de colonos/prisioneros el 26 de Enero de 1788.
El museo muestra de forma permanente algunas maquetas, muchas imágenes de la evolución de Sydney, videos y algunas piezas de las tribus aborígenes. Solo por ello, la visita merece la pena para entender mejor el origen de la ciudad. Como complemento, durante estos meses también hay una exposición temporal de gigantescas reproducciones de los símbolos de la ciudad usando los ladrillos de LEGO.
El puente mide 6 metros de largo y tiene todo lujo de detalles, incluyendo un tren eléctrico. Su creador es Ryan McNaught, quien empleó 136.000 piezas de LEGO. El ingeniero dentro de mi se llevó una pequeña decepción al comprobar que la estructura está soportada por barras de acero hábilmente camufladas.
Aún más impresionante es el teatro de la ópera, del mismo autor y con casi el doble de piezas. La maqueta está cortada de perfil, lo que permite echar un vistazo al interior, reproducido con una combinación de fidelidad al original y mucho sentido del humor.