jueves, 28 de marzo de 2013

Sin chocolate por una buena causa

Durante el mes que está a punto de terminar, he participado en una iniciativa para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. Un grupo de compañeros que se definen como "chocoadictos" propusieron que, como gesto simbólico, nos abstuviésemos de probar el chocolate durante todo el mes de Marzo. Yo pensé que no podría lograrlo, pero decidí intentarlo. Ha sido muy difícil, porque me encanta el chocolate, y no han faltado las tentaciones. Voy a enumerar algunas, para que podáis apreciar mi determinación y valorarla apropiadamente (más detalles sobre eso al final de esta entrada). Por ejemplo, el pasado jueves se celebró en la oficina el "Desafío Maxibon". Nuestros proveedores de helados, en reconocimiento a lo buenos clientes que somos, vinieron cargados de Maxibones de varios sabores (todos con chocolate, claro), y organizaron una divertida aunque poco saludable competición de tragones, en la cual no pude participar. Por supuesto, no fue el único día en el que la tentación se presentó en forma de helado. En la oficina tenemos siempre montones de helados gratis, incluyendo Maxibones y Magnums de todas las variedades conocidas. O, por poner otro ejemplo, el día del Twilight Cinema, teníamos a nuestra disposición una camioneta llena de helados gratis, casi todos de chocolate.

Los desafíos también se presentaron en otras formas. Hace unos días, un compañero belga compartió con nosotros un cargamento de auténtico chocolate belga que recibió de su familia. Por otro lado, es tradición celebrar la Pascua con conejos y huevos de chocolate, que estos días están por todas partes. Incluso nos pusieron una copa gigante en la recepción de la oficina, y nos desafiaron a adivinar cuántos huevos de chocolate contenía (la respuesta era más de 500). En realidad la oficina está siempre llena de chocolate, como en esta foto que hice hace unos días:


Y por supuesto, también estuvo mi cumpleaños. Algunos de los regalos que recibí contenían chocolate, y están aguardando en el congelador hasta que arranque otra hoja del calendario.

Ahora que ya conocéis mi sacrificio, os invito a que expreséis vuestra solidaridad realizando una donación al equipo ¨Choc no more!" (pulsar en "Sponsor this team"). Recordad que los fondos van directamente al Consejo para la Lucha contra el Cáncer del estado de Nueva Gales del Sur, y se utilizarán para continuar la investigación sobre esta enfermedad.

domingo, 24 de marzo de 2013

De Rose Bay a Watson Bay

Desde que llegué a Sydney, he dado varios paseos por la costa de Port Jackson, que es el nombre de la bahía donde se encuentra Sydney. Ya me falta poco para completar todo el perímetro exterior entre el North Head y el South Head, los cabos que delimitan la entrada a la bahía, pasando por el famoso Harbour Bridge. Hoy he recorrido el tramo desde Rose Bay hasta Watson Bay, que alterna "reservas" (zonas verdes) con otros segmentos más urbanizados donde no se puede caminar junto al mar porque la costa está ocupada por viviendas de superlujo. También hay unas cuantas playas en el camino, incluyendo Shark Beach, donde me di un baño. Como todos sabemos mucho inglés, no necesito decir que Shark Beach significa "Playa de los tiburones". ¿Por qué la llamarán así...? Por si las moscas (y los escualos), me di el baño dentro de la zona protegida por redes anti-tiburón.





martes, 19 de marzo de 2013

Celebración y cine al atardecer

El otro día celebré por primera vez mi cumpleaños aquí al otro lado del Pajares. Soy muy afortunado porque en los meses que llevo aquí, he conseguido formar un grupo de amigos que estuvieron inmensos, muy generosos y consiguieron que disfrutase al máximo de la celebración y hasta me emocionase un poquito. Los que me han acompañado en otra ocasiones, y que ahora tengo tan lejos, tampoco se olvidaron, y quedé abrumado por la cantidad de emails y similares que recibí, procedentes de cuatro continentes distintos. ¡Muchas gracias a todos! Ha sido uno de los mejores cumpleaños que recuerdo.

A alguien se le ocurrió que lo mejor para celebrar mi cumpleaños era invitarme a visitar por fin el restaurante asturiano situado en el centro. Fue una experiencia peculiar pues a pesar de su nombre, el restaurante no es realmente asturiano sino que mezcla tópicos españoles diversos. No faltaron elementos tan "asturianos" como la paella, los carteles de Tío Pepe, y lo más llamativo, un espectáculo de sevillanas. No me gusta hacer malas reviews, y más aún cuando fui invitado, pero no puedo evitar un aviso a navegantes: la fabada y la sidra eran horribles. Seguro que el local tiene una buena clientela entre aquellos australianos interesados por lo exótico de la comida y la cultura española (y sus tópicos), pero desde luego no puedo recomendarlo para los asturianos nostálgicos. Afortunadamente la excelente compañía lo compensa todo.

Este fin de semana también asistí al "Twilight cinema", un nuevo evento organizado por mi empresa. Alquilaron un bonito estadio de criquet con un siglo de antigüedad, y en el césped instalaron una feria sólo para los empleados, familias y amigos. Había varias atracciones y juegos para los pequeños, aunque algunos geeks con espíritu joven también jugamos, por ejemplo, a un Jenga gigante. Había también unos furgones que repartían bebidas, perritos calientes, helados y palomitas, todo a cuenta de la empresa. Así estuvimos varias horas, hasta que se puso el sol. Entonces montaron una pantalla gigante en el centro del estadio, y nos tumbamos en unos cómodos bean bags (en España creo que se llaman "Puffs") para ver una película que habíamos elegido previamente por votación. Hacía un tiempo estupendo, y mientras veíamos la película, también podíamos mirar al cielo para ver el firmamento austral. Y por si fuera poco, una amiga asturiana preparó unos frixuelos. ¿Quién puede pedir más?



martes, 12 de marzo de 2013

Blue Mountains (más fotos)

Parece que las fotos de las Blue Mountains que subí ayer gustaron bastante, así que ahí van algunas más. Para los que tengan buena vista y no sufran de vértigo, ¿podéis ver el camino que baja en zigzag en la primera foto?









lunes, 11 de marzo de 2013

Blue Mountains

Las Blue Mountains son un parque natural situado a 100 Km al oeste de Sydney. Reciben este nombre por el color de la atmósfera que las envuelve, impregnada del aceite que desprenden los inmensos bosques de eucalyptus. No destacan por sus cimas, sino que presentan un relieve mesetario con amplios cañones. Las paredes de estos cañones fueron durante décadas una barrera natural para la expansión de los colonos europeos, hasta que los exploradores consiguieron trazar una carretera y un ferrocarril.
Situadas a escasas dos horas en coche o tren desde el centro de la ciudad, las Blue Mountains son un popular lugar de esparcimiento para los millones de habitantes de Sydney, con grandes posibilidades para los amantes de la naturaleza. Por diversas circunstancias, yo todavía no las había visitado. Finalmente, este fin de semana conseguí hacerlo con unos amigos. Dedicamos dos días a pasear, disfrutar de las vistas, relajarnos y vivir bien. Para mi fue fantástico volver a calzarme las botas y pisar rocas y caminos. Recorrimos el National Pass, en Wentworth Falls. Es un espectacular sendero excavado en mitad de la pared del cañón, como si fuera una curva de nivel. El camino atraviesa varias cascadas y comienza y termina en unas empinadas escaleras.
Otra de las paradas fue en Katoomba, centro del turismo en las Blue Mountains y lugar donde se encuentra la postal más habitual: tres pináculos de roca conocidas como la "Tres Hermanas", aunque en mi opinión es más interesante la vista del inmenso cañón y bosque que hay bajo ellas.
También nos dio tiempo de visitar Blackheath, donde otro sendero recorre el borde de otro cañón, y brinda unas magníficas vistas de dos cascadas de casi 200 metros de altura.
Fue un estupendo fin de semana, y lo mejor es que quedan muchos más sitios interesantes que visitar.