viernes, 30 de diciembre de 2016

Otford - Garie Beach (Figure of Eight pools)

Por fin me he sacado una espina que tenía clavada y tras dos intentos fallidos he podido explorar por fin el extremo sur del Royal Coastal Walk, la senda costera que recorre el Royal National Park, a apenas una hora al sur de Sydney. En ocasiones anteriores había recorrido los segmentos Norte y central (1, 2) de esta ruta. Todavía tengo pendiente hacer la ruta completa de una tirada, pero eso será otro día.

La excursión comienza con una corta pero intensa subida desde en la estación de tren de Otford. En lugar de ir por la pista llana del interior como cuando fui hasta Helensburgh, en esta ocasión bajé del acantilado por una senda que atraviesa un bosque llamado Palm Jungle hasta llegar a la playa de Burning Palms. No conozco el origen de este topónimo, pero efectivamente allí había palmeras chamuscadas. Es muy interesante ver cómo la vegetación cambia totalmente según se desciende de la cota 200 m hasta el mar, desde los gum trees hasta las palmeras pasando por praderas, que son poco comunes en esta región.

Desde la playa de Burning Palms sale un camino de un kilómetro por las rocas entre las olas y el acantilado y que lleva a una plataforma rocosa solo accesible en marea baja y con buenas condiciones de mar. La naturaleza ha tallado allí unos agujeros de formas caprichosas, y la marea se encarga de rellenarlos con agua regularmente. Uno de esos agujeros da nombre al lugar: Figure of Eight pools, por su perfecta forma de 8. Hasta hace un par de años, este rincón del Royal National Park era poco conocido, hasta que alguien subió una foto a las redes sociales bañándose en estas idílicas piscinas. De pronto el lugar se ha convertido en una atracción para hordas de Instagrammers imitadores que acuden en masa cada bajamar para tomarse un selfie y compartirlo en las redes. Observando a las personas que estaban allí se puede definir el perfil demográfico de los usuarios de esta red social.

Este lugar de súbita fama no es de fácil acceso. Para empezar, llegar allí requiere dar un buen paseo de al menos una hora y 200 metros de desnivel desde el aparcamiento más cercano, algo que al parecer no todos los visitantes tienen muy claro a tenor de las preguntas que me hicieron algunos con los que me crucé ("¿falta mucho?"). Además, con la marea alta las piscinas quedan bajo las olas, lo que también se les escapa a quienes no parecen saber que los horarios de las mareas son previsibles. En Internet se pueden encontrar videos de olas que de forma inesperada barren la plataforma rocosa causando importantes heridas a los vistantes. Fotogramas de estos videos han sido impresos en varios carteles que tratan de alertar del peligro de este lugar.

Continué la ruta hacia el norte por la costa, subiendo varias colinas y bajando a preciosas playas, algunas de ellas completamente desiertas. Finalmente llegué hasta Garie Beach, una playa accesible por carretera y por tanto más popular. Allí di la vuelta. Para el camino de regreso utilicé una variante que consistió en subir desde Burning Palms hacia Garawarra para enlazar con la pista que recorre la cresta del acantilado de regreso hacia Otford. Un hermoso paseo de más de 20 kilómetros.






sábado, 17 de diciembre de 2016

East Hills - Riverwood (por Georges River)

El rio Georges se encuentra en el límite sur del área metropolitana de Sydney. Su tramo final, antes de verter sus aguas en Botany Bay, forma un largo estuario que se encuentra a unos 20 kilómetros al suroeste del CBD. Es una zona protegida como Parque Nacional que todavía no había visitado, así que decidí seguir el río desde East Hills hasta Riverwood.

El camino alterna barrios residenciales con un buen número de parques (perfectamente equipados para el ocio, como es habitual). Algunos tramos cuentan con pintorescas pasarelas de madera y resultan muy agradables. Por desgracia, no hay continuidad entre estos parques. En algunas partes el camino casi desaparece entre la maleza, o sigue sucias cunetas de carretera. De hecho, en un punto concreto el camino no me pareció seguro (había que seguir una carretera sin arcén) y decidí improvisar un desvío por barrios mucho más tranquilos. Esta zona no es muy popular entre los excursionistas, pero podría serlo si invirtiesen un poco en dotar de continuidad a la senda.






lunes, 5 de diciembre de 2016

North Turramurra - Berowra (por Cowan Creek)

Este hermoso paseo comienza en North Turramurra, en la puerta de acceso del parque nacional de Kuring-gai. A solo unos minutos de allí se encuentra un curioso monumento con pirámides y una esfinge. El camino desciende hasta el Cowan creek, un largo brazo de mar por cuya orilla. La senda recorre la orilla oeste hasta Bobbin Head, una zona recreativa con multitud de yates y un par de cafés. En este punto enlaza con otro tramo que ya había explorado hace un par de años, solo que esta vez lo recorrí en sentido contrario para acabar llegando hasta Berowra. Por el camino encontré tres goannas que rápidamente treparon árboles con sorprendente agilidad.







viernes, 25 de noviembre de 2016

Engadine

En una de las páginas web que utilizo para encontrar rutas alrededor de Sydney vi una por el valle al Oeste de Engadine, que es una localidad al sur de Sydney, al borde del Royal National Park. Hace un par de meses ya intenté hacer esta ruta, pero en aquella ocasión tuve que cambiar de planes porque al llegar allí había un incendio forestal cercano.

Hoy volví por la zona. Tras abandonar las calles residenciales de Engadine y comenzar a descender hacia el valle se alcanza la pista de mantenimiento del acueducto que ya mencioné en Waterfall - Heathcote. Un poco después hay que abandonar la pista y descender rápidamente hasta el rio por un camino mucho más estrecho. Tras cruzar el rio se supone que hay que subir por la ladera opuesta por una senda con el bonito nombre de "Winnell's Wander". Sin embargo, y a pesar del GPS y los mapas, pronto me di cuenta de que era muy difícil orientarse y que la senda ha dejado de existir. Apenas se distingue entre la espesura del bosque.

Decidí retroceder y volver a la aburrida pista para improvisar otro circuito que me llevó a conocer un pequeño lago y finalmente regresar a las afueras de Engadine. Allí había otra sorpresa: el camino que pretendía tomar para regresar hacia la estación de tren estaba cerrado, tal vez por motivo de los recientes incendios cuyos efectos eran muy visibles. Tuve que callejear un poco para terminar el circuito, que no va a figurar entre mis favoritos.




lunes, 21 de noviembre de 2016

Parque Olímpico

Sydney albergó los Juegos Olímpicos de 2000, y las principales instalaciones se construyeron en una zona a 15 kilómetros al Oeste del centro, a medio camino entre el CBD y Parramatta. Antes de los Juegos el área estaba muy degradada por los usos industriales y militares. Hoy es un suburbio que combina instalaciones deportivas y culturales activamente usadas y una red de parques y reservas naturales conectadas por caminos y pistas ciclistas. Hace un par de años ya comencé a explorar estas zonas verdes a pie, desde el muelle del ferry hasta la estación de tren de Concord West. Este fin de semana volví a la zona y alquilé una bicicleta para llegar más lejos y recorrer parte de los 35 kilómetros de carril bici. Es una visita muy agradable, con zonas más apadrinadas, zonas de marisma, parques con fuentes, paseos fluviales, colinas artificiales, etc. Otro ejemplo más de cómo crear espacios públicos interesantes dentro de la ciudad, fácilmente accesibles y con actividades para toda la familia.





lunes, 14 de noviembre de 2016

Blackheath Grand Canyon

El otro día cuando escribí sobre Evans Lookout me di cuenta de que no había publicado nada sobre otro paseo que hice por la misma zona hace más de un año. Se trata del Grand Canyon situado cerca de Blackheath. El grandilocuente nombre no se debe al tamaño (nada que ver con el Gran Cañón del Colorado) ya que en realidad el canal es estrecho y corto. No obstante, es una visita muy recomendable ya que el camino tiene gran belleza. Primero se desciende unos 200 metros hasta el fondo del valle. Una vez allí, el camino sigue el arroyo entre grandes rocas, cascadas cuyas cortinas de agua hay que atravesar, y zonas con el camino tallado y convenientemente protegido por vallas. La humedad y la sombra hacen que sea una visita agradable incluso en los días calurosos. Al cabo de unos dos kilómetros el arroyo acelera para precipitarse sobre el mucho mayor Groose Valley, pero justo antes sale un camino que vuelve a ascender mediante una larga escalera hacia el mirador. Este tramo es especialmente bonito por la vegetación y la humedad.





lunes, 7 de noviembre de 2016

Loftus - Bundeena

La caminata de 18 kilómetros entre Loftus y Bundeena recorre el límite Norte del Royal National Park. El camino tiene varios tramos muy incómodos por culpa de la erosión del terreno y la frondosa vegetación, y también algún cruce de carretera algo peligroso. Las guías dicen que es "very scenic", pero la realidad es que durante la mayor parte del camino no se ve absolutamente nada más que un túnel de vegetación. Solo en algunos puntos concretos se puede ver algo, como en el cruce de Audley, en las cascadas de Winifred (populares entre las parejas jóvenes) y ya al final, las vecinas localidades de Maianbar y Bundeena con sus bonitas playas y vistas de Port Hacking. Al terminar el paseo tomé el viejísimo y siempre sobrecargado ferry desde Bundeena a Cronulla, que me hace preguntarme si realmente este servicio pasa algún tipo de control de seguridad.




lunes, 17 de octubre de 2016

Galgos y plebiscitos

Atendiendo a contador de visitas, los artículos sobre actualidad política que ocasionalmente escribo en este blog parecen tener una buena acogida. O quizás sea que los artículos sobre excursiones tienen aburrida a la audiencia. En cualquier caso, pienso seguir publicando unos y otros. Hoy toca hablar de dos temas de política y derechos.

Hace ya unos meses que Mike Baird, el Premier conservador del estado de New South Wales, sorprendió a todos anunciando que promovería la prohibición de las carreras de galgos, toda una institución en estas latitudes. Hay que tener en cuenta que Baird ha expresado una visión muy retrógrada en temas sociales como el aborto o el matrimonio homosexual, y que lleva más de un año en el centro de la polémica por su ley del "Lock-out" que restringe los horarios de apertura de los pubs para reducir la violencia relacionada con el alcohol en las madrugadas de los fines de semana en el centro de Sydney. Por eso resultó tan sorprendente que este político decidiera adoptar una causa progresista. Quizás lo hiciera porque unos reportajes sobre las fosas comunes donde acaban los galgos sacudieron las conciencias de los australianos, o quizás simplemente para distraer la atención, especialmente la de los irritados y vociferantes bebedores nocturnos. Sea como sea, su condición de abanderado de la causa animalista no duró mucho. La semana pasada Baird anunció en rueda de prensa que se "había equivocado" y que había que dar "una nueva oportunidad" a la industria de las carreras de galgos. Hay que ser bondadoso hasta la ingenuidad para pensar que Baird estaba pensando en los desolados aficionados que se iban a quedar sin pasatiempo los sábados. Todo indica que el poderoso negocio de las apuestas ha sido muy persuasivo. Las críticas no fueron elogiosas acerca de la valentía de Baird. En cualquier caso, yo extraigo dos lecturas en clave de política española. La primera, obviamente, es el paralelismo con el mundo de los toros. La segunda es que, nos guste o no la decisión que haya tomado, el señor Baird salió en rueda de prensa y dijo literalmente "I'm sorry" y "I got it wrong", y no trató de maquillar que estaba dando un giro de 180 grados. No tenemos muchos ejemplos de algo entre los políticos en España.

Mientras eso sucede en el ámbito estatal, a nivel federal siguen mareando la perdiz acerca del matrimonio homosexual. Australia se está quedando atrás y ya es uno de los pocos países "occidentales" que todavía no ha legalizado estas uniones (en España son legales desde 2005 y no se ha acabado el mundo). El clamor popular en Australia parece evidente pero la clase política parece incapaz de mover ficha. En un extraño movimiento para hacer algo sin que parezca que hacen nada, el gobierno conservador sugirió convocar un plebiscito (referendum) para que el pueblo decida, sin que sus líderes tuvieran que mojarse. La oposición laborista, supuestamente más progresista, ha decidido recientemente no apoyar la convocatoria. Este giro ha sido celebrado por los colectivos gays que temían una campaña oficial en la que ambas posturas recibirían dinero público equitativamente y que probablemente se tornaría agria y dañina. Además, los derechos no se obtienen por mayoría en un referendum: simplemente se tienen. La pelota vuelve a estar sobre el tejado del gobierno.

domingo, 16 de octubre de 2016

Thredbo / Snowy Mountains

Cuando uno piensa en Australia, las imágenes que vienen a la cabeza no son las de un paisaje montañoso con cumbres cubiertas de nieve y esquiadores bajando por sus laderas. Este enorme país tiene un relieve bastante plano que solo se arruga en la parte oriental, donde la Gran Cordillera Divisoria recorre 3500 kilómetros en sentido Norte-Sur.

Situada en esa cordillera, la montaña más alta de Australia tiene unos 2200 metros de altura. Solo en Asturias, con una superficie 750 veces inferior, hay 100 cumbres que superan esa cota. Esta montaña se llama Kosciuszko y forma parte de las Snowy Mountains. Como el nombre indica, la región recibe una cierta cantidad de nieve cada invierno, lo que ha permitido abrir unas modestas estaciones de esquí como Thredbo y Perisher. Los aficionados a los deportes de invierno tienen que conducir durante 6 ó 7 horas para llegar allí desde Sydney y Melbourne.

Desde que llegué a Australia me ha tentado la posibilidad de ascender el monte Kosciuszko, una de las famosas "Siete Cumbres" del mundo y con mucha diferencia la más accesible de todas ellas. Hace algunas semanas lo intenté por primera vez, pero las condiciones meteorológicas no eran propicias y tuve que cambiar de planes. Espero tener nuevas oportunidades en el futuro y poder contarlo en este blog.

A pesar de la decepción de no poder subir a Kosciuszko, aproveché el fin de semana para visitar la región de las Snowy Mountains justo al final de la temporada de esquí, cuando todavía queda un poco de nieve. Di un paseo por los alrededores de la estación de esquí de Thredbo hasta llegar a la cota de nieve (1500 metros de altura en la ladera sur, la sombría). El paisaje me resultó extraño, pues combina elementos alpinos con la vegetación y la fauna australiana, incluyendo canguros, emus y wombats que lamentablemente mueren de forma abundante en las carreteras.

También visité Jindabyne, un pequeño pueblo que tiene algunas similitudes con Riaño (el de León). Hasta hace unas décadas el poblado se encontraba en el fondo del valle, hasta que la construcción de un embalse obligó a trasladarlo a la colina, junto a la orilla del lago y rodeado de montañas. Hoy parece vivir por y para el turismo.

Ese embalse forma parte del Snowy Scheme, un gigantesco proyecto hidráulico que abastece de agua y energía a parte de Australia. Durante tres décadas se construyeron 16 embalses y 7 centrales eléctricas, todo ello conectado por más de 200 kilómetros de túneles a través de las montañas. Este megaproyecto no solo atrajo población y dotó de infraestructuras (carreteras) a esta zona remota, sino que también contribuyó a la formación de la moderna identidad australiana a través de los miles de inmigrantes que vinieron y se quedaron.





lunes, 10 de octubre de 2016

Evans Lookout - Junction Rock - Govetts Leap

Blackheath, en el corazón de las Blue Mountains, es una localidad situada en una meseta de 1000 metros de altura y apenas 2 kilómetros de anchura. Tanto a Este como a Oeste el terreno se desploma en sendos acantilados que se precipitan sobre los valles de Grose y Megalong, respectivamente. Al borde de estos precipicios hay excelentes miradores con amplias vistas y se pueden observar las hermosas cascadas de 200 metros que producen varios arroyos. Ya había hecho varias rutas por esta zona (alguna todavía pendiente de publicar en este blog) y tomado algunas fotos, pero aún no había bajado al fondo del valle.

Este fin de semana hice una ruta comenzado en el mirador de Evans, justo en la cresta del acantilado. El camino desciende rápidamente unos 500 metros atravesando paisajes sorprendentemente variados. La primera parte del descenso está en buenas condiciones, con escalones regulares. La segunda parte no es tan cómoda y requiere prestar más atención. Finalmente se llega al fondo del valle y la senda transcurre plácidamente junto al rio durante varios kilómetros. La confluencia de dos afluentes en el centro del valle está rematada por una roca conocida como Junction Rock.

A partir de ahí comienza la remontada. Primero de manera suave, siguiendo un arroyo que hay que cruzar en varias ocasiones saltando de roca en roca (no hay puentes). Tras unas rampas más duras se llega junto a la base de la cascada de Govetts, con unas vistas espectaculares y refrescantes. Las paredes del acantilado son de 300 metros completamente verticales y la impresión es que es imposible ascender. Sin embargo hay una senda escalonada que cruza en zigzag. El camino es estrecho, está completamente encharcado por el agua que cae como si fuera lluvia, y si no fuera por la barandilla y algunos tramos con andamios, estaría al alcance de muy pocos. La ascensión brinda unas vistas espectaculares del valle, la cascada, la pared y el camino en si mismo, que se pueden disfrutar mientras se recobra el aliento.

En la cima se encuentra el mirador de Govetts, del cual parte un camino que recorre la cresta del acantilado hasta regresar a Evans. Pero antes de llegar al final de la ruta hay otro mirador intermedio, justo en donde el arroyo de Govetts se desploma. Desde este lugar se puede observar el hermoso "jardín vertical" que hemos ascendido previamente. De hecho, si observas detenidamente la última foto que acompaña a este artículo puedes ver el alocado trazado del camino.





sábado, 17 de septiembre de 2016

Narrabeen - Bungan Beach

El otro día tras dar un paseo alrededor del Narrabeen Lagoon continué un poco más siguiendo la costa hacia el Norte. Este era el tramo intermedio que me faltaba para (casi) completar "bloody long walk", tras haber hecho previamente la parte norte y la parte sur. Es un camino que empalma una sucesión de playas separadas por acantilados con vistas espectaculares. Mucho menos concurrido que el famoso paseo entre Bondi y Coogee, pero de visita muy recomendable.






martes, 13 de septiembre de 2016

Elecciones municipales

El pasado Sábado se celebraron elecciones en varios municipios.

El municipio de la ciudad de Sydney es relativamente pequeño. Solo incluye los barrios más céntricos, con una población de 170.000 habitantes, es decir, menor que Oviedo. En comparación, el área metropolitana tiene un total 5 millones de habitantes.

En Sydney la alcaldesa Clover Moore revalidó su puesto para un cuarto mandato con una amplia mayoría. La reelección parecía cantada gracias a su popularidad. La señora Moore es una candidata independiente, no asociada con ninguno de los partidos tradicionales. Entre sus méritos se cuentan su apuesta por las energías verdes, unas cuentas saneadas, la construcción de una creciente red de carriles bici o su compromiso con los derechos de los homosexuales. También se le reconoce un gobierno libre de escándalos de corrupción (que también existe por estas latitudes) y de juegos de sillas (como en el gobierno nacional). Y a pesar de la enorme inflación de los precios del suelo, el gobierno municipal se ha mantenido relativamente al margen de las grandes operaciones especulativas llevadas a cabo sobre todo por otras administraciones (por ejemplo Barangaroo y otros casos), e incluso ha denunciado algunos de esos manejes.

Lamentablemente, en lugar de admiración e inspiración, los líderes de estas otras administraciones, especialmente el gobierno del estado de New South Wales, parecen más interesados en desalojar a Moore. En 2012 hicieron una ley de incompatibilidades para obligarla a renunciar a su escaño en el parlamento estatal; la iniciativa fue tan obviamente dirigida que la ley se conoce por el sobrenombre de "Get Clover Law". Moore tuvo que abandonar el escaño y concentrarse en la alcaldía.

El año pasado volvieron a la carga y aprobaron otra ley que otorga doble voto obligatorio a todos los negocios de Sydney en las elecciones municipales. La justificación democrática de esta forma de votar escapa a mi comprensión. Siendo bondadoso, podría pensarse que los asuntos de una capital financiera tan importante como Sydney son demasiado importantes como para dejarlos en manos de unos miles de habitantes simpatizantes de las bicicletas; los empresarios sin duda están más capacitados (el doble, para ser preciso) para hacer una buena elección. Para ser justos, hay que decir que otras ciudades como Londres usan un sistema similar. Sin embargo, ni aún así: en las elecciones del Sábado, las primeras con este nuevo sistema de voto, Moore salió reelegida y amplió su ventaja.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Waterfall - Heathcote

Waterfall y Heathcote son dos pequeñas localidades en el límite del Royal National Park, al sur de Sydney. Una ruta de unos 12 kilómetros las conecta a través de los valles situados al Oeste. Aunque las guías indican que es una ruta "difícil", hay que tomarse esta clasificación con cierta perspectiva porque no require proezas físicas ni desafíos técnicos. El camino desciende desde Waterfall al valle y al principio transcurre junto a un rio que forma bonitas cascadas y sifones. Luego viene el tramo más incómodo, cuando el camino vuelve a subir por la ladera opuesta. Esta sección estaba prácticamente comida por la maleza y había que negociar el paso apartando ramas, aunque el sendero estaba bien marcado en el suelo. Afortunadamente luego se llega a un punto donde el camino estaba recientemente despejado y se recuperan las vistas panorámicas del valle. Se llega entonces a una amplia pista que da servicio a un acueducto que suministra agua a los barrios del sur de Sydney. Una pequeña diversión permite visitar el lago Eckersley, que en realidad es poco más que un remanso del río. Tras dos o tres kilómetros por la pista se toma un sendero que sube hasta Heathcote.






lunes, 5 de septiembre de 2016

Narrabeen Lagoon

Narrabeen es una de las playas en los suburbios al norte de Sydney, famosa por el surf. Tras la playa se encuentra una laguna con un perímetro de unos 8 kilómetros. Las autoridades locales han invertido en los últimos años en consolidar una senda que conecta varios parques, y el resultado es fantástico: un camino ancho y perfectamente plano, prácticamente al nivel del agua, que permite dar la vuelta completa con gran comodidad. Además de disfrutar de las hermosas vistas de la laguna, su fauna y vegetación, el camino está salpicado de parques con las típicas barbacoas, instalaciones deportivas de todo tipo (golf, kayak, tirolina...), un campo de entrenamiento de mascotas, elegantes puentes peatonales, etc. La orilla norte tiene el inconveniente de tener una transitada carretera muy cerca del camino, mientras que la orilla sur tiene tramos muy tranquilos en los que parece que estemos atravesando la jungla. También en la orilla norte hay un desvío que conduce al parque de Deep Creek donde hay una bonita cascada. El camino es ideal para ciclistas y familias. Un ejemplo a seguir de cómo invertir en los recursos naturales locales.