miércoles, 25 de noviembre de 2015

Señales, parte tercera: anuncios comerciales

Siguiendo con la serie fotográfica sobre señales (parte primera: prohibiciones; parte segunda: naturaleza), esta vez traigo al blog algunos de los anuncios comerciales que me he encontrado por Sydney.













domingo, 22 de noviembre de 2015

Belrose - Roseville bridge via Middle Harbour Creek

La primera parte de esta ruta de 17 kilómetros desciende desde Belrose por una pista forestal hasta llegar a unos arroyos que convergen en Cascades, aunque el nombre no hace justicia. A partir de ese momento el camino se estrecha (en algunos puntos de forma claustrofóbica) y se vuelve más animado, incluyendo algunos cruces de barrancos, árboles tronchados y rocas un tanto incómodas. La senda acompaña al río en sus últimos kilómetros hasta su transformación en estuario. Finalmente se alcanza el área recreativa de Davidson Park y el puente de Roseville, donde ya terminé otra ruta remontando la ría desde Spit Bridge.





sábado, 17 de octubre de 2015

Palm Beach - Newport Beach

Se denomina Northern Beaches al tramo de costa que se extiende entre la boca del puerto de Sydney y la desembocadura del río Hawkesbury unos 30 kilómetros más al norte. Aquí se encuentran una sucesión de barrios residenciales situados entre el océano y el parque nacional de Ku-Ring-Gai. Su punto más septentrional es el faro de Barrenjoey y la espectacular playa de Palm Beach que da para otra entrada del blog. El pasado fin de semana recorrí un tramo de la senda costera que comienza precisamente allí y baja hasta Manly, conocida como el "Bloody Long Walk". A principios de año ya había hecho otro tramo desde Dee Why a Manly.

El terreno en esta sección es bastante más accidentado y un poco rompepiernas. Tras comenzar en Palm Beach, la senda asciende por unas escaleras entre casas de precios astronómicos. Después de unos giros se regresa a la costa y se desciende a la Whale Beach y Dolphin Bay (no me detuve a observar ni a unas ni a otros). Enseguida se vuelve a subir y se atraviesa una pequeña reserva natural en la cima de unos acantilados, para luego volver a bajar y llegar a la playa de Avalon, y después a la playa de Newport. Mi plan era encadenar alguna playa más, pero se avecinaba una tormenta y decidí terminar mi paseo allí.







lunes, 5 de octubre de 2015

Barangaroo

El año pasado escribí sobre desarrollos urbanísticos en Sydney y anticipé un comentario sobre Barangaroo, que es un caso de estudio por si mismo.

Barangaroo es el nombre elegido en 2006 para urbanizar una enorme parcela al oeste del CBD. Durante más de un siglo este lugar fue parte del puerto de Sydney y un importante foco de actividad económica, aunque también de pobreza y enfermedad (de ahí el reciente cambio de nombre). Con el traslado de las actividades portuarias a Port Botany en los años 70, la actividad se fue reduciendo, los tinglados y los muelles desaparecieron, y el vacío fue rellenado por una brutal superficie de hormigón de 22 hectáreas, que es lo que encontré cuando llegué a Sydney en 2012.

Los planes para integrar este terreno en la ciudad llevan más de una década en marcha. El proyecto se lanzó como una oportunidad para crear una gran zona verde y recuperar más de un kilómetro de costa, a cambio de unos modestos edificios en el extremo Sur. Se adjudicó el proyecto a una de las grandes empresas constructoras del país. Como suele suceder, con el transcurso de los años el proyecto fue sufriendo "revisiones" que han ido reduciendo el espacio verde y aumentando la superficie a construir. El gran solar fue dividido en tres. En el tercio Norte se ha inaugurado recientemente la prometida zona verde y se ha realizado una notable labor para reconstruir el aspecto "natural" del terreno antes de convertirse en una enorme esplanada rectangular. Esta zona verde también sirve para camuflar una gigantesca sala subterránea con aspecto de hangar, en principio destinada a exposiciones y eventos culturales.

Mientras tanto, el tercio Sur se declaró zona de negocios y se están terminando de levantar tres rascacielos de oficinas, de unas 40 plantas cada uno.

El segmento central es el más controvertido y su desarrollo es el más retrasado. Los primeros bocetos colocaban allí una zona verde con un gran anfiteatro y unos pequeños bloques residenciales. Estos bloques no tardaron en crecer y actualmente están previstas tres torres de apartamentos de lujo, aún más altas que los rascacielos de oficinas.

Por si fuera poco, en una de estas evoluciones del proyecto apareció un famoso billonario australiano dueño de un emporio de hoteles y casinos. Comenzó a hacer presión para convencer a las autoridades de la tremenda necesidad de construir un hotel-casino de ultralujo en la parcela, o mejor aún, en un islote artificial frente a ella. El hecho de que Sydney ya cuente con un casino (de la competencia) situado a solo 1 kilómetro y que la ley del estado prohiba un segundo casino en Sydney no pareció disuadirle. Tras apenas unos meses de campaña en los medios de comunicación (patrocinados), el estado se prestó cambió la ley del juego, las normas urbanísticas y por supuesto, el proyecto de Barangaroo para hacer sitio al hotel. Lo único que el empresario no consiguió fue su isla artificial: el hotel-casino fue asimilado en el perímetro de la parcela a costa, claro está, de las zonas verdes.

Todavía faltan años para que el hotel-casino esté terminado. Si se ejecuta el diseño presentado, será el edificio más alto de Sydney, una imponente aguja de cristal que hará sombra al resto de la ciudad y el puerto (literalmente: un estudio indica que obstaculizará la visión desde el histórico observatorio de Sydney y que arrojará sombra sobre Darling Harbour). En su interior habrá un hotel de 6 estrellas, un casino de acceso exclusivo para superricos y apartamentos que ya se valoran en $100 millones.




lunes, 28 de septiembre de 2015

Parramatta Lake

Parramatta es la segunda ciudad más antigua de Australia, fundada apenas unos meses después que Sydney. Está situada 25 kilómetros al Oeste, al final de uno de los brazos de agua que forman el puerto. Hoy en día forma parte de la metrópolis de Sydney.

A un paso del centro de Parramatta hay un bosque con un lago artificial y un área recreativa completamente equipada. El paseo en torno al lago se completa en apenas una hora. No es de los más bonitos que he hecho, pero siempre me llaman la atención estos oasis naturales dentro de una ciudad tan grande.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Relevos en el gobierno

Hace meses que no escribo en el blog. Tengo un puñado de temas, excursiones y fotografías pendientes de publicar, pero voy a retomar el blog con un asunto de actualidad política. Para mi sorpresa, alguno de los artículos que he publicado sobre la política australiana, como la caída de un importante cargo por culpa de una botella de vino están entre los más vistos del blog.

Ayer Australia cambió de Primer Ministro. Tony Abbott, el líder de la Coalición (el partido de la derecha) y Primer Ministro elegido por amplia mayoría en las elecciones federales de 2013 de las que hablé en su día, fue reemplazado por su Ministro de Comunicaciones, Malcolm Turnbull. Los dos años de gobierno de Tony Abbott pasarán a la historia como un periodo especialmente negro, y no solamente por el carbón. Como era previsible y anuncié entonces, Abbott ha sido un títere de la poderosa industria minera y ha promovido políticas nefastas en asuntos tales como la protección del medio ambiente, la inmigración o la igualdad de derechos. Sus declaraciones públicas han causado vergüenza ajena. Por ejemplo, el día que se quedó sin palabras tras haber sido "cazado" menospreciando la muerte de un soldado australiano en Afganistán. Incluso Obama tuvo que leerle la cartilla y forzarle a incluir el cambio climático en la agenda del G-20 cuando Australia albergó la reunión de líderes mundiales. Por si fuera poco, la economía australiana está mostrando síntomas de debilidad, lastrada por su apuesta a todo o nada en el sector minero. Abbott ha declarado que "el carbón es un bien para la Humanidad" y que tiene un gran futuro.

Con este panorama, no era de extrañar que el Primer Ministro hubiera perdido cualquier simpatía. Los sondeos se habían vuelto adversos para el gobierno, y hace unas semanas el magnate que controla el monopolio de los medios de comunicación en Australia le retiró su apoyo. El desenlace era cuestión de tiempo.

Lo que más sorprende es la velocidad y frecuencia con la que suceden estos cambios. En Australia los partidos tienen un mecanismo llamado "leadership spill", similar a una moción de censura interna, por el cual pueden cambiar a sus líderes en un tiempo récord. En este caso, en la mañana del lunes el Ministro de Comunicaciones convocó una rueda de prensa en un jardín para dar un paso al frente, dimitir de su ministerio y anunciar que quería disputar el liderazgo de Tony Abbott argumentando que los australianos se merecen un gobierno "que no insulte a su inteligencia" (recordemos que son miembros del mismo partido). Esa misma tarde los líderes del partido se reunieron y votaron despedir a Abbott como líder, y por tanto, como Primer Ministro. A la mañana siguiente Malcolm Turnbull tomaba posesión como nuevo Primer Ministro.

Esta situación no es nada extraordinaria. En los últimos 7 años se ha producido 7 veces. Tony Abbott ya sobrevivió en una ocasión, hace apenas unos meses. Durante la legislatura anterior, con los Laboristas en el gobierno, el Primer Ministro electo Kevin Rudd fue reemplazado por Julia Gillard, que a su vez superó dos mociones pero fue derrotada en la tercera ocasión, nada menos que por Kevin Rudd! Y mientras los Laboristas despilfarraban capital político con sus juegos de sillas en lugar de gobernar, la derecha también cambiaba al líder de la oposición: Malcolm Turnbull era derrotado por Tony Abbott en 2009, justo a la inversa de lo que ha sucedido esta semana.

domingo, 12 de abril de 2015

Morisset, Newcastle y Fingal Bay

El pasado fin de semana hice una escapada hacia la zona de Newcastle, a algo más de dos horas en coche desde Sydney. Con una población similar a la de Gijón, Newcastle es la séptima ciudad más grande de Australia. Fue uno de los primeros asentamientos de europeos, quienes "descubrieron" el lugar mientras perseguían a unos convictos huidos de Sydney. En los últimos años se ha convertido en el mayor puerto de exportación de carbón del mundo, alimentado por las enormes reservas del Hunter Valley. Kilométricos trenes llegan continuamente a las grandes instalaciones del puerto y embarcan el mineral, al parecer de excelente calidad, con destino a puertos muy lejanos.

No tuve mucho tiempo para visitar la ciudad, solo para dar un breve paseo por un renovado muelle, justo a tiempo para fotografiar la espectacular puesta de sol de un día tormentoso. Tendré que volver en otra ocasión para explorar un prometedor paseo costero.

Contra todo pronóstico al día siguiente amaneció despejado así que continué un poco más al norte hasta Port Stephens, donde ya estuve hace más de un año. En esta ocasión visité la playa de Fingal Bay, que tiene un islote y un istmo de arena, como la playa de Borizo en Llanes. En ese lugar chocan las olas en direcciones opuestas. Las aguas cristalinas dejaban ver bancos de peces casi en la orilla.

Durante el viaje de vuelta tuve que conducir en medio de uno de los aguaceros más impresionantes que recuerdo, así que no hubo tiempo para más paradas. Sin embargo, en el viaje de ida hice escala en Morisset, una pequeña localidad conocida por ser santuario de canguros. Efectivamente no hay que esforzarse mucho para encontrarlos por centenares.





sábado, 28 de febrero de 2015

Great Ocean Road (II)

El otro día comencé el relato de mi reciente viaje por la Great Ocean Road. Durante el segundo y último día de mi viaje visité las atracciones más famosas de esta ruta, todas ellas cercanas a Port Campbell, la pequeña localidad donde me hospedé.

La postal icónica de la Great Ocean Road es la de los 12 Apóstoles al amanecer o al ocaso. Se trata de unos pináculos rocosos que desafían al océano y a la gravedad. Para empezar, hay que aclarar que el nombre "12 Apóstoles" no es más que una estrategia turística. Ni siquiera son doce (son unos 7, depende de cómo cuentes). Algún genio de la mercadotecnia decidió que el nombre que les pusieron los primeros europeos (la cerda y los cerditos) no era suficientemente digno, así que las rocas se convirtieron en "apóstoles".

A pesar de la tormenta del día anterior, tuve la suerte de visitar este paisaje en una fantástica mañana. La luz cálida y la bruma creada por el oleaje hicieron el resto. Esperaba encontrar montones de turistas, pero afortunadamente no fue así, y además el lugar está bien preparado. Los más afortunados disfrutan de una panorámica desde el enjambre de helicópteros turísticos, pero yo hice la visita a pie.

Este paisaje recuerda al de la Playa de las Catedrales en Lugo, aunque los 12 Apóstoles superan a la playa lucense por lo menos en cuanto a escala. No voy a entrar en otras comparaciones: ambos lugares merecen una visita.

Unos kilómetros más allá se encuentra la pequeña playa de Loch Ard Gorge, hundida entre los acantilados y al fondo de una cala. El lugar es famoso por un trágico naufragio hace más de 100 años, del que solo sobrevivieron dos jóvenes.

Otra parada obligatoria es el London Arch. Este lugar también cambió de nombre muy recientemente: hasta 1990 se conocía como London Bridge por sus dos grandes arcos de piedra. Pero el 15 de Enero de aquel año, uno de los arcos se desplomó, por lo que ahora sólo queda el otro. Fueron testigos unos turistas que se encontraban en la península en el momento en el que se convirtió en una isla, y que tuvieron que ser rescatados en helicóptero. Esta preciosa playa me recordó a la de San Antolín en Llanes, aunque también con una escala diferente.

Las fuerzas de la naturaleza que han esculpido este paisaje no dejan de transformarlo. Al desplome del puente se añade que en 2005 uno de los "Apóstoles" de 50 metros de altura perdió la batalla contra el océano y se desmoronó. Y la erosión también es muy visible en varios lugares del acantilado.

Después de estas visitas, de reponer fuerzas en un buen restaurante y reposar en la playa de Port Campbell, regresé a Melbourne por una carretera interior, un "atajo" de sólo 230 kilómetros, que me permitió descubrir hermosas granjas y grandes campiñas por las que puedes conducir durante mucho rato antes de encontrar una localidad.








lunes, 23 de febrero de 2015

Great Ocean Road (I)

Llevaba mucho tiempo esperando una buena oportunidad para visitar otras partes de Australia lejos de Sydney. Hace unos días por fin pude tachar Melbourne de la lista de lugares pendientes de visitar. Quizás otro día escriba la inevitable comparación entre Sydney y Melbourne (máxima rivalidad), pero hoy voy a hablar de la Great Ocean Road (primera parte).

La GOR es una carretera que recorre un tramo de la costa sur de Australia, comenzando en Melbourne y hacia el Oeste. Aparece en muchas guías turísticas como una de las rutas más pintorescas del mundo, lo que atrae a bastantes turistas, especialmente aventureros en caravana que dedican varios días a recorrerla. Yo hice un recorrido circular de unos 600 kilómetros en dos días desde Melbourne hasta Port Campbell regresando por el interior.

La ruta tiene varios atractivos. Para empezar, el punto de origen es Melbourne, que por si mismo ya merece una vista. Los primeros 100 kilómetros hasta Torquay son completamente anodinos: una autopista de varios carriles por un paisaje bastante aburrido. A partir de Torquay, la ruta se transforma en una sinuosa carretera de doble sentido paralela a la costa. Las primeras atracciones son algunas grandes playas famosas para los surfistas, aunque no me detuve en ellas. Una parada interesante para reponer fuerzas es Lorne, una localidad de la que apenas pude disfrutar porque me pilló una fuerte tormenta. En esta parte el terreno se vuelve más accidentado y la carretera se abraza al acantilado. Cada pocos metros hay un pequeño rincón para apartarse de la trazada y hacer algunas fotos.

La siguiente localidad es Apollo Bay, donde la carretera se separa un poco de la costa y se introduce en el parque nacional Great Otway. Esta es una zona de tupido bosque húmedo. Una parada muy recomendable es Mait's Rest, un paseo de media hora muy bien acondicionado que se adentra en la profundidad del bosque entre grandes eucaliptos.

Tomando un desvío se llega al cabo Otway, uno de los puntos más al Sur del continente Australiano. Allí hay un importante faro asociado a una larga lista de naufragios. El faro está abierto para visitas, pero yo llegué un poco tarde y ya estaba cerrado. De todas formas, el desvío hasta allí mereció la pena, tanto por el paisaje como por los impresionantes árboles que lamentablemente se están muriendo por alguna razón todavía poco clara, y por los koalas en libertad que encontré mientras conducía.

Mientras atardecía todavía conduje un tramo más, atravesando bosques y hermosos valles como Glenaire, hasta llegar al punto intermedio de mi ruta, Port Campbell.








martes, 20 de enero de 2015

Turramurra - Macquarie Park (via Lane Cove)

Otra sencilla excursión encadenando varias zonas verdes sorprendentemente salvajes rodeadas de barrios residenciales. El paseo comenzó en Turramurra, y enseguida me encontré dentro del profundo bosque de Sheldon. La sombra de los árboles ayudó a combatir el terrible sol, pero la humedad seguía siendo muy alta. El bosque estaba bastante silencioso salvo por la caída ocasional de alguna rama. Resalto lo del silencio porque durante el verano los insectos suelen ser muy escandalosos. El bosque y sus laberínticas sendas están mantenidos por los vecinos y grupos de scouts.

Salí del bosque al llegar al Mimosa Oval. En Australia hay dos tipos de campos para practicar deporte: los rectangulares para jugar al fútbol "normal" y al rugby league, y los "oval", para jugar al fútbol australiano y al cricket. Por algún motivo este campo vecinal se llama Mimosa Oval pese a ser rectangular, como se puede ver en Google Maps.

Tras recorrer algunas calles, me volví a meter en el bosque, esta vez siguiendo una pista que desciende hacia Lane Cove. Una vez en el fondo del valle, el camino enlaza con el Great North Walk, que seguí hasta el puente De Burghs. Este tramo de ya lo había recorrido antes. A partir de ahí continue junto a la autovía hasta la estación de destino, Macquarie Park.



domingo, 4 de enero de 2015

Dee Why - Manly

Este sencillo paseo no aparece en las guías, pero debería. Comienza en la laguna de Dee Why y recorre cuatro playas hasta llegar a Manly. La primera playa es Dee Why, larga y bonita. Una senda por encima del acantilado lleva hasta un precioso mirador sobre la playa de Curl Curl. Hoy era un día luminoso y de aguas cristalinas, y se mezclaban en azul marino con el verde esmeralda y la arena dorada. Recorriendo esta playa se llega a un camino más acondicionado que lleva, de nuevo sin separarse de la costa, hasta la tercera playa, Freshwater Beach, la única de las cuatro que no tiene un río y una laguna. Una colina demasiado urbanizada conduce hasta la famosa playa de Manly.

Este paseo de 10 kilómetros forma parte del recorrido del "Bloody Long Walk" (me ahorro la traducción), que es una actividad benéfica anual que consiste en ir, cada uno al ritmo que pueda, desde Palm Beach hasta el North Head, unos 35 kilómetros.