sábado, 26 de enero de 2013

Australia Day

Aussie, Aussie, Aussie! Los australianos celebraron ayer su fiesta nacional. Las calles de Sydney rebosaban de orgullo patrio, con incontables banderas, camisetas de los colores nacionales, caras pintadas y reproducciones de los símbolos nacionales. Estuve paseando por el centro de Sydney todo el día, asistiendo a varios espectáculos. Por la mañana me acerqué al Harbour Bridge para presenciar el "ferrython", es decir, una carrera entre los ferries que habitualmente cubren las líneas regulares. Tras una hora de competición, el final fue muy apretado, como se aprecia en la foto que tomé a escasos metros de la línea de meta situada debajo del puente. Creo que Charlotte se impuso a Alexander por apenas un cuerpo de ventaja.



También había alguna competición en tierra, como una carrera en silla de ruedas por el empinado barrio de The Rocks, y una especie de "tomatina" con pintura, cuyos participantes acabaron como salidos de un lienzo abstracto. Lo más pintoresco: en un suburbio de las afueras tuvo lugar la décima edición de la Gnome Convention. Entre 1000 y 2000 gnomos de jardín (y sus dueños) se reunieron para discutir asuntos de interés para su comunidad, y para celebrar un certamen de belleza gnómica. No asistí, aunque de haberlo hecho, no habría sido mi primera conferencia de Gnome (en 2006 asistí a la GUADEC, aunque se trataba de otro tipo de Gnome...). También renuncié a asistir a un concierto al atardecer en el parque The Domain en el que interpretaban piezas de música clásica de películas de Stanley Kubrick (2001, La Naranja Mecánica, etc.). ¡No se puede estar en todas partes!

En su lugar, estuve disfrutando de la animación del Hyde Park, visitando la casa de la moneda, una enorme exposición de coches antiguos, contemplando los autobuses históricos que circulaban por el centro, reposando en el jardín botánico, refrescándome en una terraza, hasta que finalmente llegó la hora de poner el broche a la jornada. En Darling Harbour se celebró un sofisticado espectáculo de fuegos artificiales (más elaborado que el de cualquier otro sábado), coordinado con focos de colores, rayos láser y música ambiental. Sin un trípode, es muy difícil hacer fotos de un espectáculo así, de modo que solo hice alguna foto después de que terminase la traca.



sábado, 19 de enero de 2013

De Spit a Manly

El paseo de hoy comenzó cerca de la playa de Balmoral, donde terminó la ruta de hace 15 días, para continuar los kilómetros restantes hasta la playera ciudad/barrio de Manly. Fue otro agradable recorrido por una senda muy cuidada que bordea la costa. En algunos momentos hay que cruzar playas, incluso mojarse los pies si la marea está alta; en otros momentos, las escaleras se adentran en el bosque y se puede contemplar el paisaje del puerto desde los acantilados. Algunos tramos atraviesan zonas protegidas por el parque nacional del puerto de Sydney, y otros tramos invitan a lanzar suspiros de envidia al ver las espectaculares casas y yates de los afortunados (también en el sentido de "ricos") habitantes de la primera línea de costa.
Este recorrido entre Spit y Manly aparece en todas las guías de paseos en torno a Sydney. Como es un un poco largo, lo realicé en un solo sentido: llegué al puente de Spit en autobús desde el CBD, cruzando el famoso Harbour Bridge, y regresé desde Manly en su casi-tan-famoso ferry. No obstante, a pesar de lo que digan las guías turísticas, a mi me parece que el ferry de Manly no es la línea más bonita de las que recorren la bahía. Me gustó mucho más el más modesto y barato ferry de la costa sur hasta Watson Bay.
Después del calor exagerado de ayer, hoy el día estuvo gris y ventoso, con cuatro gotas de lluvia por la tarde, como se puede apreciar en las fotos.




viernes, 18 de enero de 2013

46 grados

En los últimos días he recurrido un par de veces al tópico de la meteorología en este blog, pero no puedo evitar escribir una nota sobre lo sucedido hoy. Hemos registrado la temperatura más alta en Sydney desde que existen registros. Por suerte, en mi oficina con aire acondicionado se estaba estupendamente. A mediodía salí a la calle y se notaba el calor, pero la humedad era muy baja, así que no calificaría el día como el más asfixiante que yo recuerde. Después vino la tormenta, bastante violenta como cabía esperar.


martes, 15 de enero de 2013

sábado, 12 de enero de 2013

Tiempo loco

Las últimas semanas están siendo un tanto extrañas en lo meteorológico. La mayor parte de Australia está sufriendo una ola de calor extraordinaria, con temperaturas por encima de 50 grados en algunos lugares. En Sydney sólo nos azota el calor extremo de manera esporádica, con repentinas subidas y bajadas de temperatura de un día para otro, incluso dentro del mismo día, al albur del viento.




Ayer aparecían en los medios unas espectaculares fotografías de una tormenta de polvo en el mar.

domingo, 6 de enero de 2013

Ola de calor

Buena parte de Australia ha estado sufriendo temperaturas abrasadoras durante la pasada semana, batiéndose algunos récords y agravando los incendios forestales en Tasmania. Afortunadamente para mi, Sydney se ha mantenido al margen gracias a los vientos del océano. Pero parece que eso va a cambiar, aunque sólo sea por un día. Si se cumplen las previsiones, mañana martes nos vamos a achicharrar:


Pato gigante

Un gigantesco pato de goma de color amarillo chillón ha anidado en Darling Harbour, y permanecerá aquí mientras dure el festival de Sydney, es decir, el mes de Enero. Puede parecer un esperpento, o arrancar una sonrisa, pero no deja indiferente a nadie. Hoy salí a retratarlo y gracias a la perspectiva, conseguí recrear una pelea épica entre el pato gigante y una monstruosa gaviota, en una escena que podría estar sacada de alguna película de serie B.


En mi opinión, el "patito" ayuda a poner un poco de desenfado al paisaje dominado por los rotundos rascacielos de las entidades financieras.



sábado, 5 de enero de 2013

De Taronga a Balmoral

Ayer di otro paseo por la orilla norte de la bahía, en concreto el tramo entre Taronga y la playa de Balmoral. Es una senda fácil, aunque con varios tramos de escaleras, que transcurre entre bosques y atraviesa algunas playitas y calas. La vegetación, los sonidos del bosque y algunos de los animales que se dejan ver hacen que sea fácil olvidar que la ruta se encuentra en la ciudad. Las vistas del skyline del CBD y el puente desde Bradley's Head son insuperables y las baterías de cañones de Georges Head tienen una envidiable panorámica del puerto.
No había recorrido ni 500 metros cuando me encontré con un "dragón de agua". Para mis ojos europeos, el animal parece muy exótico, así que celebré mi suerte y me entretuve un rato retratándolo con mi cámara. Cuando reanudé la marcha, en los siguientes 500 metros me encontré unos cuantos ejemplares más, y me di cuenta de que mi gran hallazgo de fauna nativa es aquí tan común como una lagartija supervitaminada.
Al final me di un chapuzón en la playa de Balmoral, aunque siempre vigilando las sombras a mi alrededor, pues hay algunos tiburones rondando estas aguas (véase la señal que pusieron en la playa de Manly).








Año Nuevo

Los fuegos artificiales de Año Nuevo en Sydney tienen fama de ser de los mejores del mundo. En España solemos verlos en el telediario de las 3 de la tarde del 31 de Diciembre, cuando pasan unos segundos para explicarnos que en algunas partes del mundo ya ha comenzado el año nuevo. Efectivamente, aquí los fuegos son un gran acontecimiento. Las principales calles de la ciudad se cierran para que un millón y medio de personas (según ha informado la prensa) se acerque hasta el puerto para presenciarlos. Los mejores sitios están ocupados desde primera hora de la mañana por algunos valerosos que desafían al sol calcinante.
En Australia no hay tradición de tomar las uvas, ni campanadas, ni Puerta del Sol, sino toda una tarde-noche de espectáculos. A las 9 de la noche hay una primera salva de fuegos artificiales para que los más pequeños no se vayan muy tarde a la cama. Y a las 12, el gran estallido pirotécnico. Aunque las imágenes suelen mostrar el puente, hay fuegos en prácticamente toda la ciudad, desde las playas de Bondi y Manly, hasta las azoteas de los rascacielos, y toda la bahía. En los planos de televisión con helicópero se aprecia que la ciudad parece estar en llamas.
El espectáculo es demasiado único como para perdérselo, así que sobreponiéndome a mi aversión a las multitudes, me acerqué hasta la colina del observatorio. Está bastante cerca del puente, aunque el ángulo no es el ideal. Llegué dos horas antes de la medianoche y ya no había ni un metro cuadrado, así que esperé en pie. Los fuegos duran poco más de 10 minutos, y mires hacia donde mires, hay explosiones de colores. Yo no iba preparado para hacer fotografías, aunque dejo aquí una que hice mientras esperaba. Hay imágenes mucho más bonitas buscando en Google, y Youtube está lleno de vídeos. Por ejemplo, os sugiero este video amateur del último minuto de traca final.