Durante el mes que está a punto de terminar, he participado en una iniciativa para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. Un grupo de compañeros que se definen como "chocoadictos" propusieron que, como gesto simbólico, nos abstuviésemos de probar el chocolate durante todo el mes de Marzo. Yo pensé que no podría lograrlo, pero decidí intentarlo. Ha sido muy difícil, porque me encanta el chocolate, y no han faltado las tentaciones. Voy a enumerar algunas, para que podáis apreciar mi determinación y valorarla apropiadamente (más detalles sobre eso al final de esta entrada). Por ejemplo, el pasado jueves se celebró en la oficina el "Desafío Maxibon". Nuestros proveedores de helados, en reconocimiento a lo buenos clientes que somos, vinieron cargados de Maxibones de varios sabores (todos con chocolate, claro), y organizaron una divertida aunque poco saludable competición de tragones, en la cual no pude participar. Por supuesto, no fue el único día en el que la tentación se presentó en forma de helado. En la oficina tenemos siempre montones de helados gratis, incluyendo Maxibones y Magnums de todas las variedades conocidas. O, por poner otro ejemplo, el día del Twilight Cinema, teníamos a nuestra disposición una camioneta llena de helados gratis, casi todos de chocolate.
Los desafíos también se presentaron en otras formas. Hace unos días, un compañero belga compartió con nosotros un cargamento de auténtico chocolate belga que recibió de su familia. Por otro lado, es tradición celebrar la Pascua con conejos y huevos de chocolate, que estos días están por todas partes. Incluso nos pusieron una copa gigante en la recepción de la oficina, y nos desafiaron a adivinar cuántos huevos de chocolate contenía (la respuesta era más de 500). En realidad la oficina está siempre llena de chocolate, como en esta foto que hice hace unos días:
Y por supuesto, también estuvo mi cumpleaños. Algunos de los regalos que recibí contenían chocolate, y están aguardando en el congelador hasta que arranque otra hoja del calendario.
Ahora que ya conocéis mi sacrificio, os invito a que expreséis vuestra solidaridad
realizando una donación al equipo ¨Choc no more!" (pulsar en "Sponsor this team"). Recordad que los fondos van directamente al Consejo para la Lucha contra el Cáncer del estado de Nueva Gales del Sur, y se utilizarán para continuar la investigación sobre esta enfermedad.
No! No! No,no y NO!!! ALTO AHÍ! Achtung Stoppen! Stop! Arrêtez! QUIETU PARAU!!!!
ResponderEliminarUna cosa es que tengáis minibar, salón de juegos, salidas campestres erótico-festivas, competiciones de rodeo, voley-playa (mixto), barbacoas ("¡La barba-coa, la barbacoa!"), revival de petacos y maquinitas recreativas, etc. ,etc., etc.
Y otra cosa muy diferente es que encima tengáis suministro extra, special-luxury, de HELADOS GRATIS.
NO, NO, y NO: Diguem NO, nosaltres no som de este món!
NO, NO y NO. No vuelvo a entrar en este blog (por lo menos hasta que se me pase el ataque de verde envidia cochina).
¡¡¡QUE NO!!!
PD: Hoy, 29/03, es el cumpleaños de tu tía la MAYOR (y tant: 70). Ella agradecería un recuerdo.
PERO YO NO PASO POR ESTO!!!!!!
QUE NO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Menos mal que los de chocolate son los que menos me gustan.
Pensé que ya había comentado lo de los helados a tutiplén. Bueno, pues para no dar mucha envidia, no profundizaré en detalles... por ahora :)
EliminarDicho lo cual, admiro tu sacrificio porque yo estoy con Oscar Wilde: "Puedo soportarlo todo, excepto la tentación".
ResponderEliminar¡Yo hubiera caído! (mal mes elegiste para dejar el chocolate, forastero...)