Este paseo comienza bajo el famoso Harbour Bridge, junto a cuyo pilar Norte se encuentra el Luna Park. Mi intención era llegar hasta Wollstonecraft siguiendo el perfil de la costa en lugar de por el interior, como ya he hecho en varias ocasiones durante el circuito de los Siete Puentes. Son unos 11 kilómetros, en parte a través de hermosos parques públicos con espectaculares vistas de la bahía. El camino no es continuo, ya que en algunos lugares el acceso público a la línea de costa está interrumpido por residencias privadas, embarcaderos privados, astilleros y hasta una base militar. Para rodear estos obstáculos hay que adentrarse un poco en las siempre empinadas calles de North Sydney.
Como siempre, los parques están perfectamente cuidados, señalizados con multitud de paneles sobre historia o botánica, y no faltan las habituales barbacoas eléctricas. Otros tramos están menos urbanizados y permiten al caminante adentrarse en pequeños bosques y olvidar por unos minutos que apenas a tres kilómetros se encuentra el centro financiero de una de las capitales del mundo.
Varios de estos espacios públicos han sido recuperados tras un pasado con otros usos. Por ejemplo, el lugar que ocuparon unos enormes depósitos de combustible es ahora un parque con sorprendentes formas circulares excavadas en las roca donde se ubicaban los depósitos. Aún más espectacular es la transformación de un antiguo muelle de carga de carbón, hoy convertido en un "Centro para la Sostenibilidad" que incluye jardines, un café, un huerto e invernaderos comunitarios mantenidos por los vecinos, colmenas de abejas y un hotel de insectos (!!) entre otras cosas.