Cairns es una ciudad al Norte de Queensland, con una población algo menor que Oviedo. Con una latitud 16 grados Sur, tiene un clima tropical. Mi visita fue en invierno, cuando la temperatura era de unos 25 grados a cualquier hora del día o de la noche. La principal atracción es la Gran Barrera de Coral, una maravilla natural de más de 2000 kilómetros de longitud, y a la que ya dedicaré otro artículo. Otra de las atracciones es la jungla tropical. Aquí se encuentran algunos de los bosques más antiguos del mundo, con una antigüedad de unos 200 millones de años. En ellos se encuentran especies como el cassowary, un peligroso "pájaro" de casi 2 metros de altura, un cráneo acorazado y terribles garras. Es un primo cercano del velociraptor.
El centro de la ciudad de Cairns está dominado por hoteles, apartamentos y restaurantes. Hay un largo paseo costero, pero el acceso a la enorme playa está cerrado, debido a que la costa norte de Queensland está infestada de cocodrilos de agua salada, que todos los años se cobran alguna víctima. Para compensar, existe una playa artificial en un parque. Aunque no deja de ser una piscina grande, me sorprendió ver vigilantes apostados en sus torres a las 6 de la mañana, cuando todavía estaba amaneciendo.
Contraté un tour para visitar algunas atracciones naturales a más de 100 kilómetros al norte de la ciudad. Una de estas visitas fue al bosque de Daintree, una jungla tropical atravesada por el río homónimo, donde la precipitación anual es de 4000 milímetros. Una barca me llevó de crucero por el río, deteniéndose para observar de cerca (muy de cerca, en algunos casos) varios cocodrilos de unos 3 ó 4 metros de longitud. Aún más al Norte visité el cabo Tribulations, así bautizado por el capitán Cook en 1770 tras embarrancar en un arrecife cercano y pasarlas canutas para reflotar y parchear el Endeavour y proseguir su viaje.