A unas 4 horas en coche desde Sydney, y unos 40 minutos al sur de la capital Canberra, en el interior del parque nacional Namadgi, se encuentra el valle de Honeysuckle Creek. En su cabecera hay un promontorio a unos 1000 metros de altitud. Allí termina una carretera y hay una zona de acampada que ocupa el lugar donde se situó una enorme antena de comunicaciones espaciales.
Antes de que tuviéramos la órbita terrestre superpoblada con satélites de comunicaciones, la única forma de mantener contacto casi continuo con las misiones espaciales era "esparcir" estaciones de comunicaciones a lo largo del planeta. Los americanos instalaron varias, incluyendo unas en Robledo de Chavela (Madrid). En el punto álgido de la carrera espacial, durante las misiones Apolo a la luna, había dos de estas estaciones de comunicaciones en Australia. Una se encuentra en el Observatorio Parkes, y la otra se encontraba en Honeysuckle Creek, aunque fue desmantelada hace unas décadas.
No se conserva ninguna estructura (solo los cimientos), pero la zona de acampada que reemplaza a aquella antena está llena de recuerdos, placas y paneles interpretativos. De entre todas las antenas que la NASA tenía en el mundo, fue la de Honeysuckle Creek la única que recibió las imágenes de televisión del histórico pequeño paso de Neil Armstrong. El mundo pudo ver en directo aquel acontecimiento gracias a las instalaciones y el personal de Honeysuckle Creek.