Apenas unas decenas de kilómetros del norte de Sydney se encuentra el parque nacional de Marramarra. Debido a la falta de transporte público apenas había visitado esta zona hasta ahora. Para mi primera incursión decidí acceder desde Arcadia, una zona de hermosas granjas. Tras dejar el coche cerca del final de la carretera, comencé a caminar por Smugglers Ridge Track, que es una pista forestal prácticamente plana que avanza hacia el norte hasta que termina abruptamente 4 kilómetros más adelante. Allí comienza un rápido descenso por una senda que me temía pudiera estar muy deteriorada, pero que resultó haber sido limpiada recientemente. Eso sí, las telas de araña eran multitud, convirtiendo el caminata en una aventura tipo Indiana Jones.
Tras descender la ladera del valle, la senda termina en una pequeña zona de acampada a la orilla del río Marramarra, donde puse la tienda y pasé la noche. Afortunadamente las labores de limpieza también han despejado esta zona, e incluso han instalado unas mesas y un retrete, aunque hay que tener cuidado con las enormes y agresivas "bull ants".
El río tiene unas orillas y un fondo entre arenoso y barrizal, justo en el límite de la zona de mareas. Ya que estaba allí, aproveché para caminar junto al río durante un par de kilómetros para visitar otra zona de acampada, más pequeña aún, donde hay una curiosa plantación de naranjos, muy lejos de cualquier granja.
Al día siguiente emprendí el viaje de regreso, pero en lugar de volver por donde había venido, utilicé otra pista forestal llamada Marramarra Ridge Track. El primer kilómetro saliendo del valle es muy pendiente, y me alegré de haber aprovechado el fresco de la mañana. Tras ganar 200 metros de altura, la pista, que da servicio a unas torres de alta tensión, continúa hacia el sur con algunos altibajos más, hasta llegar al claro donde había aparcado el coche.
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