Hoy asistí al AWS Summit, un evento organizado por Amazon para presentar Amazon Web Services, es decir, su oferta de cloud computing. No voy a entrar en detalles para no perder a la audiencia menos técnica de este blog. Me concentraré en otros aspectos que todos podemos entender. Por ejemplo, el catering (pincheo) estaba bastante bueno, ya que el evento se celebró en el hotel Hilton. Por mera curiosidad, he mirado el precio de la habitación más barata y son 200 dólares/noche, una ganga para Sydney.
El aspecto negativo de la conferencia fue el overbooking. En alguna sesión tuve que quedarme de pie, puesto que la sala estaba llena. Asimismo, para poder realizar los talleres prácticos tuve que esperar casi una hora de cola.
La anécdota de la jornada sucedió durante el cocktail de despedida. De pronto, una persona se me acercó y me saludó por el nombre, dejándome estupefacto. Cuando le pregunté de qué nos conocíamos, respondió que se acordaba de mí por las charlas de AsturLinux que di en Oviedo hace más de 10 años. Naturalmente, mi orgullo subió hasta las nubes (atención al ingenioso juego de palabras en esta frase). Siempre es una satisfacción personal que le reconozcan a uno por algún mérito, pero más si cabe en una situación tan inverosímil, cuando han transcurrido 10 años de un encuentro al otro lado del mundo.
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