Hunter Valley se encuentra a unas dos horas al noroeste de Sydney. Es una región vinícola con una pequeña pero muy renombrada producción. De hecho, fue aquí donde los colonos europeos plantaron las primeras vides traídas de España, Francia, Italia y Portugal en torno al año 1820. En los últimos años, al igual que en otros lugares del mundo, se ha convertido en un destino turístico. Unas cuantas bodegas familiares reciben visitantes que acuden para realizar catas, o en términos más llanos, para pasar el fin de semana bebiendo. Hay viajes organizados desde Sydney, como el que hice yo ayer, durante el cual se visitan varias bodegas. Quien espere pasear por las viñas más pintorescas, aprender de primera mano las técnicas de cosecha de la uva y preparación del vino, o los aspectos relacionados con la degustación del vino, es mejor que lea un libro o visite el museo del vino de Peñafiel (Valladolid). El tour está más orientado al consumo y venta del producto, sin entretenerse en demasiadas explicaciones ni en paradas para fotografiar el paisaje. No me atrevo a hacer juicios sobre el aspecto más importante, la calidad de los vinos, ya que estoy muy lejos de ser un sommelier.
Bueno, yo ya he hecho la mitad: estuve en una cata en el Museo de Peñafiel (junto con Marcos, que era suscriptor de una revista especializada que la organizó). La experiencia fue muy positiva, así que espera la siguiente, ¡aunque haya que ir hasta Sidney!
ResponderEliminarSi vienes a Sydney, que no sea por el vino.
Eliminar