En ese punto comienza un túnel de 400 metros y de trazado curvo y en ligera pendiente. La parte central del túnel es muy oscura, y allí se encuentra el principal atractivo de esta ruta: una colonia de luciérnagas recubre las paredes y el techo del túnel. Al apagar la linterna se puede contemplar un precioso espectáculo que recuerda al firmamento nocturno, pero con puntos de luz verde de origen biológico.
Saliendo del túnel por su boca superior se accede a una senda llamada de las Pagodas, que continua ascendiendo hasta enlazar con un antiguo camino de carretas, que desciende otra vez hacia el valle y permite completar un circuito de unos 10 kilómetros.
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