Un asunto que quería dejar arreglado antes de marchar para Sydney era abrirme una cuenta bancaria, para así poder viajar sin dinero. Ha resultado bastante fácil. Los principales bancos australianos están muy preparados para estas situaciones, y disponen de secciones enteras en su web para los expat (los inmigrantes), además de personal especializado en tratar estas cuestiones. Después de leerme muchos documentos y comparar las ofertas, elegí un banco, rellené un formulario en la web, y unas horas después ya me habían mandado por correo electrónico los detalles de mi nueva cuenta bancaria. Con eso es suficiente para hacer una transferencia desde mi banco español (por cierto, unos 40 euros en comisiones). Además, mi nuevo banco australiano ya me ha enviado por correo postal a mi nueva oficina toda la documentación impresa correspondiente, y ya están preparando mi tarjeta de débito. Al día siguiente de abrir la cuenta recibí una amable llamada telefónica para confirmar los datos, y para facilitarme mi usuario/contraseña para operar por internet y con mi iPad.
No obstante, por ahora la cuenta está en modo "sólo ingresos", es decir, puedo transferir dinero, pero no retirar fondos ni domiciliar recibos. Para eso, en cuanto pise suelo australiano, tengo que presentarme físicamente en una oficina del banco para "verificar la identidad". Es el último detalle que falta para completar el proceso. Con un poco de suerte, a las pocas horas de aterrizar, ya podré estar pagando mis primeras compras con mi nueva tarjeta.
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