Hace unos días comenzó el Año Nuevo Chino. En Sydney hay una importante comunidad china, y de otros países que observan el Año Lunar, así que la celebración es un acontecimiento. El barrio de Chinatown está muy céntrico, y realmente parece arrancado de una ciudad china. Estos días he realizado varias visitas. El fin de semana anterior aproveché la jornada de puertas abiertas en los Jardines Chinos de la Amistad, que son pequeños pero muy fotogénicos. Ayer realicé una visita guiada por Chinatown. Nos enseñaron los rincones que normalmente pasan desapercibidos, visitamos varios negocios típicos, como una tienda, una farmacia tradicional o una tienda de productos desecados, y hasta nos abrieron la cocina de un restaurante chino. Lejos de quitarme las ganas, ese día comí y cené en sendos restaurantes chinos. Y al anochecer, asistí al desfile de Año Nuevo. Fue una larguísima sucesión de carrozas, bailarines y, por supuesto, los símbolos tradicionales. No faltaron ni los dragones ni las serpientes (acabamos de entrar en el año de la serpiente).
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