Comenzando desde la estación de Katoomba, los primeros tres kilómetros transcurren hacia el Oeste junto a la carretera, hasta llegar al Explorers' Tree, donde se encontraba un árbol histórico que (supuestamente) conservaba las marcas de los primeros europeos en cruzar las Blue Mountains en 1813. Poco queda de aquel árbol, que murió hace 70 años y cuyo tronco inerte ha sido víctima del vandalismo y hasta de un accidente de tráfico. En cualquier caso, da nombre al punto de partida oficial de Six Foot Track.
El camino desciende abruptamente desde la cota 1080 metros, primero por una corta pista forestal, luego por unas largas escaleras, y finalmente por una senda bajo los acantilados. Luego se convierte en una amplia pista forestal que avanza por las llanuras del valle, en torno a la cota 600 metros. Esta zona está ocupada actualmente por granjas e incluso bodegas, pero todavía es posible ver los restos de algún poblado minero abandonado hace mucho tiempo.
Después de un rato caminando por praderas de un sorprendente verdor (las últimas semanas han sido bastante lluviosas), Six Foot Track reanuda el descenso. El río Coxs se encuentra encajonado en un valle profundo dentro de un valle. El descenso se realiza por una larga rampa hasta llegar a la orilla del río, a 270 metros de altitud. En la otra orilla hay un "Ecohotel" y una zona de acampada. El cruce del río se realiza a través de puente Bowtells. Es un largo puente colgante sin plataforma: hay que caminar directamente sobre los cables de acero, por supuesto de uno en uno. El puente no es muy alto, apenas 10 metros sobre el agua y las rocas, pero se sacude bastante por lo que cruzarlo resulta excitante.
Tras acampar cerca del río, donde las recientes riadas han creado una pequeña playa, a la mañana siguiente regresé hasta Katoomba. Si el primer día el camino era un largo descenso, el regreso el segundo día es un largo ascenso de más de 800 metros, con la parte más dura justo al final.
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