El río Hacking separa los suburbios del Sureste de Sydney del Royal National Park. Desde la estación de Miranda, un paseo de 2 kilómetros lleva hasta el pequeño embarcadero de Yowie Bay (el Yowie, por cierto, es una criatura mitológica que es el equivalente australiano del Yeti o del Bigfoot, aunque al parecer este topónimo está relacionado con la mitología). Allí comencé a navegar con mi bote hinchable, primero en dirección Sur entre yates y lanchas, y rodeado de casas multimillonarias. Una vez alcanzado el eje del río, tomé dirección Oeste para remontar la bahía. Grandes bancos de arena delimitan un estrecho canal. Es una zona popular de recreo, con múltiples lanchas y motos de agua que circulan sin hacer mucho caso a los límites de velocidad. En la orilla Norte continuan las casas, pero la orilla Sur está prácticamente virgen.
Al cabo de 3 kilómetros se llega a un gran embarcadero y playa fluvial (Greys Point). Justo enfrente se abre un pequeño estuario hacia el Sur llamado Muddy Creek. Aprovechando que la marea estaba casi en su punto más alto, pude adentrarme para explorarlo durante unos cientos de metros.
Tras regresar al río principal, continué remontando con ayuda del viento y la marea. Las viviendas desaparecen al adentrarse más hacia el Royal National Park. Tras 8 kilómetros de navegación, llegué a Audley, una zona de picnic de gran belleza. Allí desembarqué, metí el bote en la mochila y continué a pie hacia el Norte, ascendiendo por Honeymoon Track hacia la estación de Loftus. Al llegar allí me encontré con que el servicio de trenes había quedado interrumpido por un incendio forestal un poco más al Sur, por lo que decidí continuar caminando hacia la estación de Sutherland, donde todavía circulaban los trenes.
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