jueves, 8 de octubre de 2020

Circuito por el interior de New South Wales

Llevaba tiempo buscando una oportunidad para explorar el interior de New South Wales, más allá de las Blue Mountains. En el pasado había viajado hacia el Suroeste, hasta las Snowy Mountains, pero aún no conocía el Noroeste. NSW es casi dos veces más grande que España, con una gran variedad de climas y paisajes. Debido a la situación actual, con las fronteras interiores y exteriores de Australia cerradas, la oportunidad finalmente se ha presentado para hacer un viaje de 8 días y 1400 Km.

Partiendo desde Sydney hacia el Norte por la autovía, tras cruzar el río Hawkesbury abandoné la autovía para tomar la "ruta turística 33", una carretera sinuosa que recorre hermosos valles boscosos. La localidad más interesante en esta ruta es Wollombi, con varios edificios históricos. Siguiendo hacia el Norte atravesé el Hunter Valley, famoso por sus viñedos y bodegas, pero también por sus colosales minas de carbón a cielo abierto. Tras pasar por la localidad de Singleton, continué hacia Lake St. Clair, un embalse rodeado de bonitas montañas. En su orilla se ubica una zona de acampada de pago que francamente desaprovecha la localización.

Esa noche llegó la primera tormenta, y cuando reanudé el camino la mañana siguiente, llovía a raudales. Regresé hacia el Hunter Valley, pasando junto a grandes minas y polémicas centrales eléctricas de carbón, cruzando la localidad de Muswellbrook hasta enlazar con otra "ruta turística", en este caso la llamada Golden Highway. Viajando por esta ruta hacia el Noroeste, la siguiente localidad significativa es Merriwa. Las minas, los viñedos y los poblados van dejando paso a granjas y enormes praderas y suaves colinas. Tras varias horas de viaje llegué a Coonabarabran, puerta de acceso a mi objetivo: el parque nacional de Warrumbungle, donde acampé durante cuatro noches, y del que hablaré en otra ocasión.

El viaje de regreso hacia Sydney lo realicé por una ruta distinta, más al Sur. Desde Cooonabarabran me dirigí hacia Mendooran, y luego hacia Gulgong. Esta es una zona de grandes llanuras con suaves colinas y ocasionales granjas. La siguiente localidad importante es Mudgee, famosa también por sus vinos. En lugar de continuar por la carretera principal, tomé otra "ruta turística" hacia Rylstone, para allí tomar un desvío hacia el Este que se adentra hacia el parque nacional de Wollemi. Unos 10 kilómetros antes de llegar a mi destino, el asfalto se termina y el camino se convierte en una pista de grava, inicialmente en perfectas condiciones pero con algunas dificultades según la se adentra en las montañas. Finalmente llegué a Ganguddy - Dunns Swamp, una zona de acampada a la orilla de un cañón sinuoso inundado por un pequeño embalse. Otro día describiré esta zona en más detalle.

El último día tocaba regresar a Sydney, pero todavía tuve tiempo de continuar explorando carreteras secundarias. En este caso, la carretera que lleva a Glen Alice, en el corazón del majestuoso Capertee Valley, que presume de ser el segundo mayor cañón del mundo tras el del Colorado. En algunos tramos la carretera se convierte en una pista de grava con baches, pero finalmente remonta el valle y enlaza con la carretera general hacia Lithgow. Allí hice mi última parada para conocer el mirador de Hassans Walls, que parece flotar sobre el gran Megalong Valley. Desde allí, en un par de horas llegué a Sydney.





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