Mi última parada en el viaje que hice este año por el interior de New South Wales fue en Ganguddy (también llamado Dunns Swamp), en el extremo Oeste del parque nacional de Wollemi. Allí hay una zona de acampada entre los árboles y las rocas, a la orilla de un lago artificial. Este embalse fue creado hace 100 años para abastecer a una fábrica de cemento a decenas de kilómetros de allí. Los ingenieros aprovecharon un sinuoso cañón del río Cudgegong para crear un lago con una silueta serpenteante.
Esta zona fue calcinada por los incendios de hace un año, creando un extraño paisaje de árboles ennegrecidos, troncos y ramas caídas, y roca desnuda. Además, una gran tormenta con oscuras nubes y rachas de viento huracanado añadieron desasosiego al paisaje durante mi visita. Posiblemente debido a estas condiciones, apenas me encontré a nadie, aunque sospecho que esta zona sea bastante popular en verano.
La geología de este valle es muy peculiar. Enormes bloques de roca toman extrañas formas, en algunos casos presentando una estratificación horizontal que les da el nombre de "pagodas".
Comenzando desde la zona de acampada exploré un par de rutas. La más interesante es la que sale hacia el Oeste en dirección a la presa. Antes de llegar allí atraviesa unos bonitos miradores sobre el lago. Después continué un poco más aguas abajo para explorar Long Cave, en una ribera muy bonita. Y luego, durante el camino de regreso, trepé por las pagodas para explorar un paisaje de aspecto casi extraterrestre.
También tuve tiempo de explorar el lago con mi bote inflable. Es una navegación corta pero fascinante entre las paredes rocosas del cañón.
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