Alrededor del gran Grose Valley hay un buen número de miradores. Los del lado Sur son más difíciles de visitar porque requieren un largo paseo desde Leura. En esta ocasión decidí ir con la bicicleta. Tras callejear un poco por Leura, el asfalto se termina pronto. Hacia el Norte sale la carretera del Mount Hay, que normalmente está en buenas condiciones para que un coche normal pueda recorrerla pero que actualmente está cerrada al tráfico tras las fuertes lluvias de este año, aunque en realidad apenas tiene unos pequeños baches. Tras 11 kilómetros de pequeñas subidas y bajadas hay un claro donde dejé la bicicleta para continuar a pie por una senda. El camino crestea junto a unas rocas llamadas los pináculos pero que en realidad son bastante menos afiladas de lo que sugiere el nombre.
Tras uno poco más de tres kilómetros el camino llega finalmente al borde del acantilado, coronando una atalaya llamada Lockleys Pylon. El perfil del terreno, que hasta entonces había sido suave, de pronto se desploma 600 metros hacia el valle. Hay unas vistas panorámicas. Hacia el Este, tras el perfil redondo del Mount Hay, se puede ver el skyline de Sydney a casi 100 kilómetros de distancia. Hacia el Norte, detrás del valle, los grandes muros de arenisca del Mount Banks. Hacia al Oeste, una nueva perspectiva del Grose Valley, con los miradores y cascadas de la zona de Blackheath. Y hacia abajo, el fondo el valle y la zona de Acacia Flats, donde acampé hace unos años.
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