En un recorrido Oeste-Este, la localidad más cercana al punto de partida es Te Anau, en la cuenca de un gran lago y en la carretera hacia Milford Sound. Tras avanzar 85 kilómetros por la carretera hacia el Norte se llega a The Divide, un puerto de 530 metros de altura en el vértice entre tres vertientes fluviales que conducen el agua hacia distintos lados de la isla sur de Nueva Zelanda. Aquí hay un aparcamiento que marca el comienzo a la caminata. Los primeros kilómetros ascienden en suave pendiente por una ladera boscosa, ganando rápidamente altura a medida que el fondo del valle se hunde. Enseguida se llega a un desvío hacia un corto camino en zig zag que permite alcanzar la cima de Key Summit (918 metros). Esta modesta atalaya es un balcón para admirar los enormes valles glaciares y las sierras de los parques nacionales. Cuando visité este lugar, las nubes cubrían las cimas.
Tras regresar al camino principal, el siguiente hito es el pequeño Lago Howden, donde se encuentra uno de los refugios de montaña. Unas semanas después de mi visita, una avalancha de piedras, árboles y lodo se llevó por delante parte del refugio, afortunadamente sin causar heridos de gravedad.
El camino continua ascendiendo suavemente por el interior del bosque y pasa por debajo de una hermosa cascada hasta llegar a otro lago, MacKenzie Lake, encajonado entre montañas y donde se encuentra otro refugio. A partir de aquí la ruta se vuelve más técnica. Primero asciende en zigzag, elevándose sobre el lago y sobre la línea de árboles, y luego sobrepasa una cresta, quedando muy expuesta a los elementos. El día que pasé por allí, una ventisca refrescaba el ambiente.
El ascenso continua progresivamente por las rocas hasta llegar a un muro con escaleras que ascienden hasta Harris Saddle, el punto más alto de la ruta (1300 metros) y donde se ubica un refugio de emergencia. Algunos visitantes aprovechan para coronar la cercana cima de Conical Hill (1515 metros) para disfrutar de las vistas panorámicas, pero en mi caso la nevada era intensa, la visibilidad escasa y la temperatura muy baja, por lo me limité a comer y reponer fuerzas en el interior del pequeño refugio.
Esta es la parte más alpina de la ruta. La senda continua por una ladera rocosa a una cierta altura sobre el lago Harris, encajado en un hoyo entre montañas y que me recordó a los lagos de Somiedo. La fuerte nevada que caía lo hacía aún más espectacular. El camino comienza a descender junto a una secuencia de cascadas y praderas. Al pie de una de estas cascadas, el horizonte se abre sobre una vista espectacular de una curva del valle Routeburn que aparece en todas las postales de esta ruta. En este punto se encuentra el refugio de Routeburn Falls.
La senda vuelve abandona la zona alpina y se adentra de nuevo en el bosque. Los siguientes kilómetros descienden rápidamente pero con comodidad hasta el increíble fondo del valle. Poco después cruza el río y continua varios kilómetros más por una pista que desciende gradualmente hasta el final de la ruta en Routeburn Shelter (477 metros). Allí termina la caminata, pero no los paisajes espectaculares. Mediante un vehículos todo-terreno se continua hasta Glenorchy, la localidad más cercana, ya en la cabecera del enorme lago Wakatipu. Glenorchy es otro paisaje mágico en la intersección de dos grandes valles glaciares, con anchos lechos fluviales, y que sirvió de localización para Isengard en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Debido a su proximidad y su fama, son muchas las comparaciones entre Milford Track y Routeburn Track. En mi opinión, ambas merecen sobradamente una visita. Routeburn Track es más corta pero más exigente debido al terreno y el clima. En ambas rutas me quedé sin ver muchas de las vistas panorámicas debido a los elementos, aunque no puedo quejarme porque las lluvias torrenciales convirtieron Milford Track en un paraíso de agua, mientras que la nieve hizo que Routeburn Track fuese inolvidable.