jueves, 11 de febrero de 2021

Box Vale y 40-foot Falls

Mittagong es una localidad a algo más de 100 kilómetros al Suroeste de Sydney, en la carretera hacia Camberra y Melbourne. Se encuentra en una región llamada "Southern Highlands" por ser una meseta de unos 500 metros de elevación.

Justo al Norte del poblado, y a escasos metros de la autovía, comienza una ruta llamada Box Vale. Se trata de un recorrido muy plano aprovechando la caja de un antiguo ferrocarril minero que funcionó a finales del siglo XIX. Hace más de un siglo que fue desmantelado, por lo que el bosque ha recuperado el terreno, pero todavía quedan los taludes cortados en la roca. El trazado atraviesa un bonito bosque hasta llegar a un túnel de 100 metros de longitud. Al otro lado del túnel, el suave trazado del antiguo ferrocarril se acaba. Allí había un cargadero de carbón, pero ¿de dónde venía el carbón?

La respuesta está en unos paneles informativos que cuentan la historia de la explotación y tienen alguna foto en blanco y negro de las locomotoras. El carbón provenía de una mina en el fondo del valle, 200 metros más abajo. Para llevarlo hasta allí construyeron un plano inclinado por la ladera, en un ángulo de unos 50 grados. Toda la maquinaria y vías fueron retiradas, pero queda el plano inclinado convertido en una gran rampa que alterna zonas de roca sólida y zonas de piedra suelta. Descender por allí require precaución, paciencia y buena forma física. Un moderno cable de acero ha sido instalado para ayudar durante el descenso.

Al llegar al fondo del valle no queda ni rastro de la actividad minera, solo espesa vegetación. Una tenue senda recorre los poco metros que faltan hasta llegar al río Nattai. Ahí hay que cruzar el río y continuar en dirección opuesta a la corriente. Seguir la senda require prestar mucha atención a los discretos marcadores con cinta en algunos árboles. El valle es muy estrecho, por lo que tampoco hay muchas opciones para perderse. Al avance es lento, y al cabo de unos kilómetros, tras un recodo, hay que volver a cruzar el río metiéndose hasta las rodillas. La senda continúa por el lado opuesto durante varios kilómetros más. Enormes acumulaciones de troncos arrastrados probablemente por las riadas de hace ahora un año dificultan el avance y obligan a improvisar variantes.

Finalmente la senda llega a la intersección de dos brazos del río (uno se llama Nattai Creek y el otro Nattai River). Remontando uno de ellos, al cabo de unos cientos de metros se llega a una bella cascada que tiene el descriptivo nombre del 40-foot Falls. Como en muchas otras cascadas que he explorado, una gran cueva se abre tras la cortina de agua y permite disfrutar de unas vistas espectaculares. Enormes bloques de piedra flanquean la cascada.

Desde la cascada, el camino es bastante más sencillo. Un tramo de escaleras asciende 100 metros, y después continua por cómodas pistas forestales rodeadas de silenciosos bosques. Finalmente el camino vuelve a enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril, lo que permite cerrar el circuito y regresar al aparcamiento.









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