La visita al torreón es mucho más barata y tranquila que la ascensión al arco, aunque hay que subir unos cuantos tramos de escaleras. Las vistas son similares, aunque con varias ventajas: puedes llevar tu propia cámara de fotos y detenerte todo el tiempo que haga falta para hacer tantas fotos como quieras. Como la anterior ascensión había sido nocturna, esta vez subí de día para contemplar el paisaje con luz natural. Hacia la ciudad, se observa el distrito histórico de The Rocks y Circular Quay en primer plano (en este caso, parcialmente oculto por un gigantesco crucero), mientras que el skyline del CBD sirve de telón de fondo:
En perpendicular al eje del puente, el teatro de la ópera:
Y mirando hacia el arco del puente se aprecia su escala monumental en comparación con las personas que están realizando la escalada:
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